NUEVA PUBLICACIÓN: LOS LIGANDOS ORGÁNICOS DE Cu EN EL ÁRTICO CENTRAL - EL PAPEL DE LA DERIVA TRANSPOLAR.
La investigadora en formación del grupo QUIMA (IOCAG, ULPGC), Veronica Arnone, ha liderado una publicación sobre los ligandos naturales de Cu en el Ártico central, en el marco del programa GEOTRACES. Este trabajo forma parte de sus tesis doctoral y ha sido publicado en la revista Frontiers in Marine Science. Se puede obtener el trabajo en este link.
El Océano Ártico, con sus aguas superficiales de baja salinidad, extensa cobertura de hielo marino, abundantes aportes de ríos, amplias extensiones de plataforma y la prolongada permanencia de aguas profundas, conforma un entorno biogeoquímico único. Estas características tiene un papel muy importante en la distribución de metales traza disueltos esenciales para la vida, como el cobre (Cu), y los ligandos orgánicos disueltos capaces de formar complejos con él (LCu) .
Este estudio, realizado en la campaña oceanográfica GN04 (PS94) a bordo del RV Polarstern, arroja luz sobre los secretos químicos de estas aguas remotas donde se analizaron estaciones a lo largo de la columna de agua en el Mar de Barents, la Cuenca de Nansen, la Cuenca de Amundsen y la Cuenca de Makarov.
Los resultados revelan un amplio rango de concentraciones de ligandos orgánicos de Cu y constantes de estabilidad condicional (log Kcond,Cu2+L - que definen la fuerza de unión entre L y Cu). Las aguas superficiales (≤ 200 m) mostraron la mayor variabilidad, con concentraciones promedio que aumentaron desde el Mar de Barents y la Cuenca de Nansen hasta las Cuencas de Amundsen y Makarov. La influencia de la Deriva Transpolar (TDP) se evidenció especialmente en las Cuencas de Amundsen y Makarov, donde las concentraciones de LCu alcanzaron su punto máximo.
En contraste, en las aguas profundas (> 200 m) no se observaron diferencias significativas entre las cuencas y masas de agua en términos de concentraciones de LCu y log Kcond,Cu2+L. Sin embargo, se destacó la presencia de ligandos fuertes que estabilizan el exceso de cobre disuelto (dCu) en las aguas superficiales, facilitando su transporte a través de la TDP y su exportación hacia el Estrecho de Fram y los Mares Nórdicos.
Estos hallazgos no solo desvelan los secretos de la química marina en el Ártico, sino que también subrayan la importancia de comprender la dinámica de los metales traza en este ecosistema único, crucial para comprender y abordar los impactos del cambio climático en nuestra delicada red planetaria.