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NUEVA PUBLICACIÓN: EL PAPEL DE LA DERIVA TRANSPOLAR EN EL APORTE DE METALES AL ÁRTICO CENTRAL


La corriente de Deriva Transpolar (Transporlar Dritf - TPD, en inglés) es una de las principales características de la circulación superficial del Océano Ártico. En el año 2015, el programa internacional GEOTRACES desarrolló un gran esfuerzo internacional a bordo de dos buques oceanográficos, el USCGC Healy y el R/V Polarstern. Este estudio fue financiado por Estados Unidos, Francia, Suecia, Holanda y Dinamarca.

Estos resultados han sido publicados esta semana en la revista Journal of Geophysical Research: Oceans(https://doi.org/10.1029/2019JC015920). Un trabajo que aglutina el esfuerzo de un gran número de oceanógrafos de diversos países y centros de investigación, liderados por Matthew Charette (Woods Hole Oceanographic – WHOI). En estas campañas se realizaron una gran variedad de análisis, desde metales traza, compuestos orgánicos, carbono inorgánico, isótopos, etc. Metales disueltos como Fe, Co, Ni, Cu, Hg, Nd y Th son generalmente reactivos pero también pueden encontrarse complejados con la materia orgánica, la cual se encontró en niveles muy altos en el Polo Norte. Esta materia orgánica proviene de ríos, que se mezcla y se transporta en superficie hasta el Ártico central a lo largo de mil km desde la fuente original.

Charette y colaboradores estimaron el transporte de la corriente de deriva y así revelan que hay un transporte lateral muy importante que introduce material hacia el Ártico Central y potencialmente hacia el Atlántico Norte. En condiciones de intensificación del ciclo hidrológico del Ártico y la degradación del Permafrost, posiblemente incrementen el flujo de elementos traza e isótopos al Océano Ártico.

En esta campaña oceanográfica, a bordo del R/V Polarstern, y en el trabajo ha participado el Dr. Aridane González (QUIMA-IOCAG), en aquel momento investigador postdoctoral del programa LabexMer (Francia).


Los buques oceanográficos USCGC Healy y R/V Polarstern se encuentran en el Polo Norte en 2015 (foto de Stefan Hendricks, AWI).

Aridane G. González, investigador del grupo QUIMA-IOCAG de la ULPGC