El 25 de diciembre nos dejó el profesor Frank J. Millero, un científico memorable que cambió para siempre la forma en que una comunidad científica pensaba y trabajaba. Hoy la química marina es, en gran parte, lo que es gracias a su visión, dedicación y conocimiento. Gracias a él, hoy entendemos el océano de una forma diferente. Estudiar oceanografía química es estudiar a Frank Millero, desde las escalas de pH, los modelos termodinámicos o la química de metales traza y sus reacciones de oxidación y reducción.
En el grupo QUIMA, esta triste noticia nos llega a un lugar profundo: Frank Millero fue mentor del grupo y marcó la filosofía de trabajo de nuestro equipo. Trabajar con Frank Millero significó mucho en lo profesional y en lo personal. Su visión científica nos daba momentos únicos. Hipótesis de trabajo con preguntas precisas, comentarios y análisis de una altura científica deslumbrante y, en especial, una filosofía de ayudar desinteresadamente y solo en favor de la generación de conocimiento.
La obra de Frank Millero es inmensa. Un legado científico a la altura de muy pocos científicos. No solo por su contenido sino también por su relevancia en el desarrollo de un campo científico como la química marina. Además, su legado tiene un hilo conductor claro: llevar la química-física al corazón de la oceanografía, permitiendo que el océano pudiera describirse con rigor y coherencia interna.
Despedir a un mentor, a un amigo y a un gran científico siempre es doloroso. La mejor manera de honrar a Frank Millero es hacer lo que él hizo toda su vida: trabajar con cuidado, con rigor, avanzar en el conocimiento del océano, formar a otros y mantener viva la conversación científica con respeto y exigencia.
Gracias por tu ciencia, gracias por todo.
Descansa en paz, Frank.
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Descansa en paz, Frank.
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On December 25, we lost Professor Frank J. Millero, a remarkable scientist who forever changed the way an entire scientific community thought and worked. Much of what marine chemistry is today is thanks to his vision, dedication, and knowledge. Because of him, we now understand the ocean in a different way. To study chemical oceanography is, in many ways, to study Frank Millero, from pH scales and thermodynamic models to trace-metal chemistry and its redox reactions.
For the QUIMA group, this sad news reaches us deeply: Frank Millero was a mentor to our group and helped shape our team’s working philosophy. Working with Frank Millero meant a great deal, both professionally and personally. His scientific outlook gave us unique moments, working hypotheses framed by precise questions, comments and analyses of dazzling scientific caliber, and, above all, a philosophy of offering selfless help solely in service of generating knowledge.
Frank Millero’s work is immense, an extraordinary scientific legacy matched by very few. Not only for its content, but also for its relevance in the development of a field such as marine chemistry. Moreover, his legacy has a clear guiding thread: bringing physical chemistry to the heart of oceanography, enabling the ocean to be described with rigor and internal coherence.
Saying goodbye to a mentor, a friend, and a great scientist is always painful. The best way to honor Frank Millero is to do what he did throughout his life: work carefully and rigorously, advance our knowledge of the ocean, train others, and keep scientific dialogue alive with respect and high standards.
Thank you for your science. Thank you for everything.
Rest in peace, Frank.